sábado, diciembre 25, 2004

CAMPING. El tormento y el éxtasis


Desenfocando el rock.



El creciente descrédito de la escena post-rock –paradójicamente denostada por aquellos que, en su momento, contribuyeron a auparla: posiblemente ni entonces fuera tan superlativa ni ahora tan deleznable- ha sembrado el desconcierto entre los grupos que, para bien o para mal, fueron incluidos en el invento. El forzado replanteamiento estilístico se ha saldado con disparidad y resultados desiguales: de la preeminencia del factor electrónico a la reorientación en una supuesta clave free jazz; o bien a la simple pérdida del prefijo post, extraviado por la senda de las etiquetas huecas.
Del quinteto catalán Camping -los últimos del lote en perder la virginidad discográfica- se advirtió que se encaramaban a destiempo en un tren que parecía encaminarse sin remedio hacia una vía muerta. Ignorando así, de un plumazo, sus primeros y largos años de labor callada y metódica.
Pero su debut, Photo Finish (Astro Discos), uno de los trabajos más inspirados de la gris cosecha del 2002, debería haber cerrado la boca de tanto sordo agorero. Su meticulosidad compositiva unida a la efectividad que despliegan en sus directos, reafirmada en su intensísima actuación en el Festival de Benicàssim 2004, avalan la solvencia de una formación que afronta con convicción la tarea de redefinirse más allá de estereotipos.
Dedicación, afán de perfeccionamiento y grandes dosis de paciencia son los ingredientes en los que se macera Dancing Days, un esperado segundo disco con el que inaugurarán el nuevo año.


· ¿Vuestra presencia en el FIB 2004 ha representado un punto de inflexión a partir del cual dejar atrás Photo Finish y poder concentraros ya en vuestro nuevo trabajo?

Bueno, es como cerrar una etapa, hemos querido marcar un final. Ahora volveremos a grabar, cambiará el repertorio y todo será distinto. Este primer disco ha sido el premio a todo el tiempo, el trabajo y el esfuerzo que nos ha comportado llegar hasta aquí.

· ¿Y puestos a hacer balance de la travesía?

Creemos que se han cumplido las expectativas que nos habíamos marcado, quizá más en lo personal que en el ámbito musical, porque no dejamos de movernos en un nivel muy independiente.
Hemos actuado en festivales como el de Benicàssim, el BAM y el LEM; teloneamos a un grupo importante como Explosions In The Sky; hemos tenido buenas críticas aquí y fuera; hemos aparecido en diversos medios… digamos que se han cumplido los objetivos de un grupo nacional con un primer disco y podemos sentirnos satisfechos.

· Se ha debatido mucho sobre esta edición de aniversario del FIB y uno de los aspectos que ha salido a colación es la poca cancha dada a los grupos nacionales. ¿Creéis que un festival de este calibre debería mimar más a la cantera?

El problema es que, ¿qué grupo nacional no ha tocado ya allí cuarenta veces? Ya lo han hecho todos los grupos interesantes: Chucho, Manta Ray, Migala, Los Planetas… creemos que esa es una polémica gratuita.
Lo que sí es cierto es que no lo hacen como cabezas de cartel y sí en horarios intempestivos. Todavía hay mucho provincianismo a nivel musical, el elogio de lo de fuera. Y luego están las condiciones: un grupo nacional no tiene alojamiento e igual sólo dispone de un día para acceder al backstage, seguramente cobra menos, no tiene invitaciones para invitar a la pareja o a los amigos… y estamos convencidos de que a una banda extranjera se le proporciona todo eso y mucho más. Existe este trato diferencial, que no es justo.
Pese a todo, y aunque hay muchas cosas que no nos gusten a nivel interno, ir allí fue cumplir un objetivo importante. Eso de tocar el mismo día y en el mismo escenario que Einstürzende Neubautten es un puntazo.

· ¿Hacia donde irá enfocado vuestro segundo trabajo, será un disco de continuación o de requiebro?

Romperá bastante. La gente no se espera lo que va a escuchar porque hemos dejado muy atrás el tema post-rock, aunque siempre hemos querido huir de ese encasillamiento. En este segundo disco será donde realmente nos desmarcamos y nos convertimos más en un grupo de rock.

· Pero los mimbres son idénticos. A nivel de componentes y también instrumentalmente no se ha añadido o quitado nada...

No, pero tampoco nos hemos parado nunca a pensar qué instrumentos debemos usar y cuales no. Lo cierto es que siempre ha habido mucha movilidad entre nosotros –poniendo o quitando teclados, dos bajos, guitarras…- y en las nuevas canciones añadiremos una sección de vientos, contrabajo… Pero será a nivel de arreglos, como pequeños detalles aportados por una serie de amiguetes, en plan de colaboración.
A decir verdad, el hecho de que se perciba un cambio importante sin haber añadido demasiadas cosas nuevas es un mérito. Veremos si el público comparte esa percepción. Quizá suponga una pequeña decepción para aquellos que esperen una segunda parte de Photo Finish, porque se encontrarán un poco desengañados: vamos hacia otra dirección, con ritmos más extraños y canciones con estructuras más raras.

· Por lo que he oído algunas de las nuevas composiciones resultan más duras y también más rotas, con cambios de ritmo…

Será más rock en el sentido de las canciones, y más enérgico en algunas partes. En Photo Finish había tres o cuatro temas que marcaban mucho el disco y alrededor de los cuales giraba el resto. Progresaba como una línea en la que sumergíamos al oyente en una especie de continuidad sonora. Y en éste cada canción romperá con la anterior, estarán más definidas y serán totalmente independientes.

· ¿Canciones más adaptadas al formato de una duración estándar?

Serán algo más breves y además en casi todas habrá voz, lo cual es otro factor de diferenciación. Habrá también una colaboración a dos bandas con el DJ 2D2 -que es también quien diseña las portadas de nuestros discos-, alguna pieza completamente acústica, otra con coros y un par con desarrollos largos. Cuando hacemos un tema no nos preocupamos por su duración. Duran lo que han de durar. En el disco se compaginarán canciones de diverso minutaje, pero hay que verlo en su globalidad.

· ¿Cuál es la motivación que ha inspirado este cambio?

Hay voluntad de desmarcarse pero tampoco ha sido muy premeditado, las canciones han ido saliendo así. Igual es porque nos conocemos mejor, hemos aprendido a tocar juntos y nos compenetramos más tocando en directo. Y sobretodo por la forma de tocar de nuestro batería (Toni Campoy, anteriormente en las filas de Nikei y Beef), que es muy enérgica. Eso ha ido orientando los temas.
Suponemos que también es una reacción a no querer repetir la fórmula porque, en realidad, estas canciones post-rock son bastante fáciles: empiezas a tocar, a añadir cosas y si te descuidas ya tienes un cuarto de hora de cuelgue. Y te das cuenta de que hay mucha gente que se está apuntado y de que hay cosas que no tienen consistencia, pero cuelan totalmente.
Hemos querido salir de algo que ya hemos hecho y probar lo que nos apetece, sin saber si nos saldrá bien. Es arriesgarnos un poquito, mirar hacia delante y ver como va. Pisar terreno movedizo.

· Bueno, quizá exista el riesgo de perder algún fan por el camino… y ganar nuevos adeptos por otro lado.

Si eres fan incondicional no creo que te perdamos. Evidentemente habrá gente que escuchará el segundo disco y quizá no le gustará nada porque será muy distinto al anterior, pero tampoco es algo que nos preocupe demasiado. Como tampoco ganamos un duro con esto, hacemos exactamente lo que nos da la gana y no tenemos ningún problema.

· Las tendencias parecen consumirse a la velocidad del rayo. Lo del post-rock ha sido fulminante. Quizá ahora es tiempo no de renegar de todo aquello pero sí de resituarse, ¿no?

El post-rock llegó aquí muy tarde y como moda pasará, por eso necesitamos el segundo disco para que la gente se olvide del pasado y de etiquetas y se compre un disco porque le mola.
Apoyar una escena porque sí, porque toca hacerlo, es muy peligroso, porque no da tiempo a las bandas a desarrollarse. Ocurrió con el noise, cuando cosas infumables eran al parecer de putísima madre. Hasta que tocó defenestrarlo, y fue entonces cuando llegaron los mejores discos de grupos como Beef, Penélope Trip

· Hay quien opina que con un estilo como el vuestro, tan proclive al jugueteo y a la improvisación, vuestro directo es potente pero peca de linealidad. No hay mucha diferencia entre conciertos ni con respecto al sonido original del disco. ¿Algo que alegar en vuestra defensa?

Es cierto que nos gusta llegar al directo con todo muy definido, nos obsesiona bastante ese rollo. Quizá nos pasamos de perfeccionistas, el miedo a hacer una cosa chunga y cagarla sólo por el hecho de cambiar. Además, teniendo en cuenta la forma cómo tocamos, si tuviéramos que hacer una cosa distinta en directo deberíamos ensayarla antes, con lo cual estaríamos en lo mismo. Y es así porque elaboramos las canciones de manera que cada instrumento va en función del resto, lo cual nos obliga a estar muy pendientes de los demás.
La capacidad de improvisación nos cuesta mucho pero de hecho el proceso ya está hecho antes, en el estudio. Lo que exponemos en el disco es en realidad el directo, porque siempre grabamos en vivo. Quizá hay otros grupos que pueden llegar a improvisar más, pero lo consiguen a costa de unas bases muy sencillas. A mucha de la gente que hace post-rock les faltan matices en las canciones, detalles, elaboración. En nuestro caso todo está muy elaborado, aunque luego quizá no lo parezca.

· Lo cual nos conduce a vuestro talante perfeccionista…

Sí, desde que empezamos a componer un tema hasta el momento en que la canción está realmente definida y acabada puede pasar un año. Lo que sí es cierto es que mientras dura ese proceso cambiamos la canción de arriba abajo, aunque lo hacemos de puertas para adentro. Una vez se ha cerrado, consideramos que esa canción está acabada y es intocable. Después nos gusta ir a grabar y que todo esté muy detallado, que cada uno sepa lo que debe hacer en cada momento.

· ¿Pero es divertido tocar así?

Sí, mucho. Los músicos de verdad flipan con nosotros.



- METRÓNOMO Y COMPÁS -


En octubre de 2003 la séptima edición del LEM, el Festival Internacional de Música Experimental que convoca en Barcelona el inquieto colectivo Gràcia Territori Sonor se hacia eco de la eclosión del post-rock nacional y dedicó al fenómeno un espacio de su programación.
Camping ejercieron como embajadores del nuevo sonido -junto a formaciones emergentes como Pupille, Zul y Trioxide- y sin duda fueron los que mejor captaron el sentido de la invitación.
Reclutando a músicos amigos obviaron la posibilidad de repetir su set habitual y optaron por reinventarse a sí mismos regalando al público una propuesta que sintonizaba plenamente con la vocación de riesgo que abandera el vanguardista festival barcelonés: la interpretación de una única pieza instrumental de 38 minutos de duración basada en el minimalismo. La repetición, con ligeras variaciones y matices, de un único acorde de DO (que en la notación anglosajona se traduce como C) sostenido por diversos instrumentos. Un arsenal de guitarras, bajo, batería, trompeta, contrabajo, teclados, samplers... que se alternaban o bien se superponían sobre el escenario, enmarcados por un montaje audiovisual de imágenes tridimensionales, hasta alcanzar una creciente intensidad que explosionó en un clímax denso y opresivo.
Un puñado de espectadores, todos parapetados tras las pertinentes gafas bicolor y envueltos en la furiosa espiral sónica, tuvimos la fortuna de disfrutar de una experiencia insólita y atrevida. Pero lo que originalmente era una velada de carácter efímero que no debía volver a repetirse jamás en directo ha acabado por tener traslación fonográfica. C In 3-D (Astro Discos), es un grabación de edición limitada que captura la energía contendida en aquel alucinado crescendo instrumental.


· ¿Por qué ha acabado envasándose lo que se concibió como una experiencia única e irrepetible?

Grabamos el concierto para tenerlo como recuerdo, pero debido al sonido ambiente no quedó demasiado bien. Y ya que nos habíamos juntado todos, que había supuesto un esfuerzo tan grande de coordinación y que todavía lo teníamos fresco en la cabeza nos planteamos reunirnos de nuevo y grabarlo en un estudio. Simplemente para tenerlo. De modo que pagamos la grabación de nuestro bolsillo y todos los gastos fueron por cuenta nuestra. Quedó bastante bien y le pasamos una copia a la gente de Astro, la escucharon y les gustó tanto que decidieron publicarlo. Fue una decisión de la discográfica que ni siquiera nos habíamos planteado.

· Entiendo este artefacto como un accesorio para completistas, un fetiche exclusivo para coleccionistas…

Sí, saldrán muy pocas copias. Quizá ochocientas o mil, como mucho. Además la edición se hará probablemente en formato DVD conteniendo las imágenes en tres dimensiones. Sobre la grabación hemos montado el video que proyectamos para que también pueda verse mientras se escucha, con sus correspondientes gafitas 3-D. De hecho el diseño está ideado para que éstas puedan recortarse de la portada.



- TIENDAS APAREJADAS -


Camping
–digámoslo ya- se llaman así porque sus miembros fundadores coincidieron casualmente en un ídem durante las vacaciones. Aquel verano azul prefiguró el germen de la futura banda, pero pese al proyecto común sus componentes no descuidan sus intereses personales. Y es así como hacen su aparición Niczero9 y Dargelos.
Niczero9 –que daría nombre a una canción de Camping- no nace a rebufo del grupo madre, sino que llevaba largo tiempo gestándose a su sombra. Custodian este envolvente secreto de guitarras volátiles y electrónica paisajística el trío formado por Josep Arnan y Óscar Cortés –bajista y teclista de Camping, respectivamente- y las seis cuerdas de Ricard Pla.


· ¿Cuál fue la génesis de Niczero9?

Éramos los típicos colegas que se juntan para tocar. Cuando nuestro batería original lo dejó, empezamos con Camping y nos tiramos hacia la música un pelín más experimental.
Con Niczero9 habíamos empezado haciendo temas sobre la marcha, pero sin plantearnos nada. Llegado un momento teníamos cinco o seis temas y pensamos en grabarlos. Contamos con la colaboración de Xavi Font (guitarra de Camping), que nos hizo de productor. La grabación nos costó mucho porque sólo éramos tres y en muchos temas teníamos que tocar varios instrumentos. Hay canciones con tres guitarras, un bajo, hay teclados, hay alguna batería… era imposible. O bien necesitábamos más músicos o lo grabábamos por pistas, que es justamente lo contrario de lo que hacemos con Camping.
Xavi tuvo mucho trabajo con nosotros porque si bien las ideas estaban muy claras, aquí estábamos más abiertos a todo, por ejemplo variando cosas durante las mezclas. Teníamos temas tan elaborados y con tantos elementos que lo que hicimos fue quitar cosas, como líneas de guitarra distintas y esas cosas. Al final nos dimos cuenta de que no era necesario.

· Y la cosa acabó cayendo en gracia…

Sí, de hecho nosotros acabamos muy satisfechos con la grabación. Le pasamos una copia a la gente de Astro y nos dijeron que nos lo editaban. Al final aparecerá como un mini LP de seis temas titulado 99 Milions de Segons (99 Millones de Segundos)

· ¿Cómo definiríais vuestro sonido?

No queremos encasillarnos. Podríamos llamarlo música electrónica, indietronica, pop electrónico, avant-rock, out-rock… Sólo podemos decir que en nuestra música hay espacio para las máquinas (teclados, secuenciadores, ordenadores…), pero en todos los temas siempre están presentes también las cuerdas, la batería y unos cuantos pedales.
Nuestro espectro de influencias también es muy amplio y personal e incluyen desde David Bowie, Faust, Pixies, Slint, Sonic Youth, Mogwai o Hood hasta grupos más electrónicos como The Third Eye Foundation, Flying Saucer Attack, Dntel, On Off, Lali Puna, Four Tet o Matt Eliott. Pero en medio hay muchos más.

· Imagino que la traslación al directo será algo compleja…

Ahora mismo está complicado porque necesitaríamos como mínimo tres músicos más, y de hecho en estos momentos estamos muy centrados en Camping y ni nos lo planteamos.
Hemos hecho el disco y ya está. Como grupo sigue. Los tres vamos haciendo cosillas por nuestro lado, nos encontramos, lo ponemos en común y empezamos a elaborar. Es un proceso bastante diferente al de Camping.

· ¿Os molesta que se os venda bajo la etiqueta de banda paralela?

No, nos da lo mismo. Creemos que vamos por un camino totalmente diferente, no tiene nada que ver. Estamos la mar de tranquilos, no nos importa. Nuestra banda es Camping y esto lo hacemos a ratos, cuando no ensayamos.


Camping siempre han sido amigos de sus amigos, estableciendo a menudo complicidades con otros músicos tanto en el estudio como sobre el escenario. Una de esas colaboraciones amistosas es Dargelos, el proyecto unipersonal de Adrià Lloris (ex Mint 400) en el que también han contribuido Ramón García (bajista de Beef) y el polifacético y atareado Óscar Cortés, esta vez en calidad de compositor y músico invitado.
Dargelos acaba de debutar discográficamente con Dal Sottofondo, un primer trabajo autoeditado. El compacto recupera cuatro cortes de una maqueta anterior y los completa con nueve composiciones más.

· ¿Cómo se estableció la colaboración con un músico más afín a la órbita electrónica?

Adrià me preguntó un día si quería colaborar con él. La única condición que me puso es que sólo valían máquinas: teclados, secuenciadores… lo que quisiera, pero no podía haber ninguna guitarra ni ningún bajo.
Le compuse un par de temas, se los pasé y sobre esa base el colocó sus samplers e hizo lo que quiso. Los temas se grabaron en su casa.

· ¿Y qué tal resultó la experiencia?

Me siento cómodo cambiando de registro, explayándome, haciendo lo que se me pasa por la cabeza. Adrià ya me advirtió de que iba a destrozarme los temas, pero creo que realmente los ha mejorado.

· El disco suena desazonador, inquietante, misterioso. ¿Cómo definirías las intrincadas texturas instrumentales de Dargelos?

Es la electrónica llevada a un nivel sonoro nada prefijado y sí muy abstracto. Es jugar con los sonidos. Adrià no quería un registro que condujera a una melodía muy marcada, sino que quería algo roto. Hay muchos ritmos sin batería que no siguen una pauta. Eso me costó un poco, porque cuando hago algo me sale más melódico.
La gracia de Dargelos es que se trata de música electrónica pero no hay nada que cuadre, ya que Adrià se niega a utilizar secuenciadores. Hace loops y samplers, pero todo con el dedito. Es una persona a la que ya le va ese rollo porque es absolutamente arrítmico. Él está con el rollo de Víctor Nubla y toda esta gente, pero le queremos mucho.